Opina James Petras (Sociólogo, EE UU)
Debemos comentar varias cosas. Primero, que ha recibido mucha publicidad y grandes títulos en todos los diarios de Estados Unidos. Todas las emisoras de televisión, tanto en EE.UU. como en Europa sobre el hecho de que es una gran victoria contra el terrorismo, un éxito estratégico que muestra la capacidad de los poderes euroamericanos para terminar victoriosos en la guerra contra el terrorismo.
Su uno mira a Irak o Libia, Irán o cualquier otro lugar de conflictos, obviamente Al Qaeda no existe o es una fuerza muy pequeña. En Irak los shii tienen su propia fuerza, es mayoritaria y son totalmente Eso es lo que está publicando y circulando. Pero si uno analiza a fondo el asunto, asumiendo que es realmente Bin Laden que murió, porque hay algunas preguntas y dudas que uno tiene así que vamos a volver a este tema pronto. Primero, la organización Al Qaeda es una organización totalmente descentralizada, no es una organización vertical, dirigida desde una cueva en Pakistán. Mucho menos por una persona. Es una organización descentralizada que en cada lugar tiene su propio liderazgo, su programa, su estrategia de acción. Entonces eliminar a Bin Laden no va a afectar a todas las células y organizaciones que funcionan en el mundo y lanzan acciones. Entonces la idea de que descabezando el movimiento Al Qaeda va a tener un gran efecto, es falso. Segundo, Al Qaeda es una organización muy minoritaria. En los lugares más conflictivos no encabezan ninguna lucha, ninguna lucha armada, ni montan ninguna ofensiva. Hace toda la letra pero si uno viera por ejemplo Afganistán donde es el principal lugar de conflicto ahora, Al Qaeda es minoritario, el Talibán que es una organización totalmente diferente, con diferentes orígenes, organización, estructura, liderazgo; táctica, estrategia y más que nada apoyo. El Talibán es una organización de masas, no son algunos terroristas sueltos, tiene raíces nacionales, es una organización que funcionaba como un gobierno antes. Ellos no están afectados en nada por la muerte de Bin Laden, incluso el talibán anunció una ofensiva ayer. Que van a lanzar lo que llaman la ofensiva de primavera contra toda una serie de instalaciones de las fuerzas de ocupación,
independientes de Al Qaeda y ellos tienen enorme capacidad de actuar, intervenir y confrontar con las tropas norteamericanas. Obviamente no están afectados por la muerte de Bin Laden.
Estos dos lugares. Si tocamos los levantamientos en Bharéin, Siria y otro país tampoco Al Qaeda no está involucrado o por lo menos no tiene representación significativa.
Por estas razones debemos decir que es falso declarar que es una gran victoria estratégica. Al Qaeda si no era una invención de Estados Unidos, le servía como un polo de publicidad para tratar de desprestigiar a las otras organizaciones.
Ahora bien, sobre la hipótesis o por lo menos el pronunciamiento de Obama que mataron a Bin Laden, todavía no tenemos ninguna foto creíble del hecho. Ellos dicen que echaron el cadáver en el mar, sin mostrar ninguna foto, ningún video... Es algo extraordinario porque en todos los casos anteriores querían autentificar el hecho de que mataron a una figura como lo hicieron con el Che Guevara, Saddam Hussein, etc..
Ahora, de repente matan al que ellos llaman el principal cabecilla del terrorismo y no muestran ninguna prueba para demostrar y confirmar el hecho. No hay ninguna identificación independiente.
Ahora salió una foto oscura en una televisión de Pakistán pero no se parece nada a Bin Laden, parece un fulano con una barba mucho más oscura que de Bin Laden. Y más: la cara está muy manchada como alguien golpeado en la cara. Y según los oficiales norteamericanos sólo recibió una bala en la cabeza. Y otra cosa curiosa es que cuando atacaron el baluarte cayó un helicóptero norteamericano supuestamente, pero según ellos no sufrieron ninguna baja. ¿Cómo entraron a una fortaleza bien guardada sin sufrir ni un herido ni un muerto? Me parece algo extraño todo el asunto.
El hecho de que podrían inventar un cadáver y disponerlo sin autentificación me parece algo extraño y cuestionable. Ahora, el hecho de dar tanta publicidad del asesinato de Bin Laden me parece que es por razones de consumo interno. Las últimas encuestas aquí en Estados Unidos indican que el 64 % de la población quiere retirar las tropas entonces la guerra ha provocado enorme desencanto.
Segundo, la popularidad de Obama ha caído por debajo del 50 por ciento porque los problemas económicos y sociales han afectado mucho su capacidad. Y tercero, tuvimos un incidente muy interesante hace una semana cuando un soldado, un piloto, mató 8 oficiales del gobierno militar norteamericano en Afganistán. y no hemos recibido ninguna noticia sobre el rango de estos oficiales que obviamente tenían gran importancia porque el asesinato ocurre dentro de la fortaleza de las tropas de ocupación. Obviamente tenían un alto rango y fue una gran derrota porque el piloto supuestamente era alguien fiel a los oficiales norteamericanos y de repente hay un infiltrado atacando desde adentro lo que indica el nivel de debilitamiento. Y como hemos comentado la semana pasada, más de 500 presos políticos talibanes escaparon, lo que es otra indicación de debilidad.
Entonces mostrar que mataron a Bin Laden es levantar el ánimo de la Casa Blanca y el público sobre la situación y decir que no simplemente sufrimos derrotas sino que aquí hay una gran victoria. Entonces tal vez es un acontecimiento de relaciones públicas más que un efecto dramático sobre la dirección de la lucha.
Y finalmente dos pequeños comentarios más que quiero sumar a esto. Si es cierto que mataron a Bin Laden, eso va a provocar represalias porque el mártir en el contexto de las fuerzas fundamentalistas, es algo de prestigio, de dar ánimo a la gente y probablemente algunas brigadas fundamentalistas se van a nombrar ahora Brigada Bin laden o algo así y tomar algunos actos violentos contra cualquier blanco norteamericano especialmente en lugares más vulnerables y entonces lo que podría parecer un éxito hoy podría resultar en algunas fatalidades mañana.
Y finalmente, Obama habla de llevar a Bin Laden a la justicia. Pero justicia implica capturar, juzgar frente a un juez independiente donde el procurador presente pruebas, los abogados puedan defender. Simplemente invadir otro país y asesinar sin ningún proceso no tiene nada de justicia tal como lo entiende el mundo civilizado, es una justicia de vigilantes y no del proceso constitucional que entendemos en el mundo. Actuar en la forma de intervenir en un país sin ningún proceso me parece algo que va contra las normas que entendemos en las leyes de Ginebra, una violación de normas internacionales, que es el problema que tenemos con este uso de la palabra justicia en que cualquier asesinato suelto puede justificar esto.
Opina SantiagoAlba Rico (Filósofo, España)
.- Una de las grandes sorpresas que habían deparado los levantamientos populares en el mundo árabe es que habían dejado momentáneamente fuera de juego a todas las fuerzas islamistas y muy especialmente, claro, a la más sospechosa y extremista, Al-Qaeda, marca comercial de oscuro contenido largamente instrumentalizada para sostener dictadores, reprimir toda clase de disidencia y desviar la atención lejos de los verdaderos campos de batalla. Con indicaciones de amplio espectro, como la aspirina, Ben Laden reaparecía cada vez que hacía falta atizar la “guerra contra el terrorismo”; se le mantenía con vida para agitar su espantajo en encrucijadas electorales o para justificar leyes de excepción. Esta vez la situación era demasiado grave como para no usarlo por última vez, en una orgía mediática que eclipsa incluso la boda del príncipe Guillermo e introduce efectos muy inquietantes en el mundo.
Cuando parecía relegada al olvido, definitivamente arrinconada por los propios pueblos que debían apoyarla, reaparece Al-Qaeda. Un desconocido grupo, en nombre de esa patente, asesina a Arrigoni en Palestina; días después, en plena efervescencia de las protestas antimonárquicas en Marruecos, una bomba estalla en la plaza Yamaa Fna de Marrakesh; ahora reaparece Ben Laden, no vivo y amenazador, sino en toda la gloria de un martirio aplazado, estudiado, cuidadosamente escenificado, un poco inverosímil. “Se ha hecho justicia”, dice Obama, pero la justicia reclama tribunales y jueces, procedimientos sumariales, una sentencia independiente. Más sincero ha sido George Bush: “Es la venganza de los EEUU”, ha dicho. “Es la venganza de la democracia”, ha añadido, y miles de demócratas estadounidenses zapatean de alegría delante de la Casa Blanca, saltando con bárbara euforia sobre tibias y calaveras. Pero democracia y venganza son tan incompatibles como la pedagogía y el infanticidio, como el alfabeto y el solipsismo, como el ajedrez y el juego. A los EEUU le gustan los linchamientos, sobre todo desde el aire, porque sabe que son más poderosos que los principios. “El mundo siente alivio”, afirma Obama, pero al mismo tiempo alerta de “ataques violentos en todo el mundo tras la muerte de Ben Laden”. ¿Alerta? ¿Avisa? ¿Promete? ¿Qué alivio puede producir un asesinato que -se dice al mismo tiempo- pone en peligro a aquellos a los que presumiblemente se quiere salvar?
Este era el momento. Al-Qaeda vuelve a dominar la escena; Al-Qaeda vuelve a saturar el imaginario occidental. Mientras el presunto cadáver de Ben Laden es arrojado al mar, Ben Laden se apodera fantasmalmente de todas las luchas y todas los deseos de justicia. Se cumplirá el vaticinio de Obama: habrá ataques violentos por todas partes y el mundo árabo-musulmán volverá a ser un bullicio de fanatismos y decapitaciones, quieran o no quieran sus poblaciones. Entre democracia y barbarie, es evidente, EEUU no tiene duda: la barbarie se ajusta mucho más al “sueño americano”.
No sabemos si se ha matado realmente a Ben Laden; lo que está claro es que el esfuerzo de resucitar a toda costa a Al-Qaeda pretende matar los procesos de cambio comenzados hace cuatro meses en el mundo árabe.
Por Antonio Romero (ex parlamentario IU, España)
Carta abierta a la ciudadanía: Bin Laden mejor muerto que vivo
En el viejo Oeste americano se fijaban recompensas en las que figuraba el rostro dibujado a lápiz (era una época prefotográfica) con el letrero de VIVO O MUERTO. Este precio a las cabezas de forajidos o malhechores creó la figura de los cazarecompensas. Los forajidos o criminales no eran dueños de secretos, por lo que la cantidad de dólares a recibir era la misma entregándolo al Sheriff vivo o muerto
En el 2011, en un mundo globalizado, dónde se actúa por parte del Imperio invocando el Estado de Derecho, la transparencia gubernamental y los derechos de la ciudadanía a recibir una información veraz se ha producido en la madrugada de hoy, el asesinato por parte de las fuerzas especiales de EEUU de Osama Bin Laden (no estaba en Afganistán).
La decisión de asesinarle antes de detenerle y hacerle comparecer en un juicio con abogados, pruebas, medios de comunicación acreditados, etc, se había adoptado. De ninguna manera los EEUU y la CIA iban a permitir que Bin Laden hablara. Mejor mil veces muerto a que quede al descubierto la historia de este siniestro personaje y su relación con la CIA y con las distintas administraciones de los EEUU.
Bin Laden, desde el punto de vista de la operación militar, no ha muerto en las cuevas de las altas montañas de Asia Menor víctima de un bombardeo indiscriminado. Tampoco ha muerto en un frente de guerra ni en un cuartel general defendido por sus leales. Vivía en un chalet enclavado en un barrio de lujo, a solo 60kms de Islamabad, capital de Pakistan. Por lo que la operación, con la capacidad técnica que se le supone a EEUU tendría que haberse saldado con la captura del lider de Al Qaeda.
¿Qué quieren ocultar con este asesinato? ¿Por qué le han asesinado de un tiro en la cabeza Junto con las escasísimas personas – al parecer cuatro, incluido su hijo – que estaban en la vivienda?
En un juicio público la opinión pública internacional habría conocido:
-El origen de la riqueza de la familia de Bin Laden. Sus magníficas relaciones con la Casa Real de Arabia Saudí y con otros gobiernos árabes amigos de los EEUU.
-Las relaciones de Bin Laden con la CIA, de la que recibió adiestramiento e información, así como armas de tecnología avanzada cuando llegó a Afganistán para luchar contra la ocupación soviética de éste país.
-Las relaciones económicas con familias como la de George Bush y de otras familias de la élite norteamericana y occidental.
-En qué paraísos fiscales tendría sus recursos Bin Laden. En qué entramado de sociedades mercantiles con presencia de destacados miembros de EEUU y las potencias occidentales y a través de qué compañías y multinacionales financiaba la actividad de sus grupos.
-Qué actos de sabotaje y terrorismo fueron conocidos y recibieron el visto bueno de la CIA y de la administración norteamericana para justificar la carrera de armamentos, el recorte de las libertades democráticas y la legislación antiterrorista.
-Una vez creado el monstruo, éste escapa del control de la CIA. En un juicio se hubiese podido saber en qué momento y por qué causas se produce el terrible atentado de las Torres Gemelas y desde ahí, con la excusa de capturar a Bin Laden y derrotar al gobierno afgano que le daba cobijo, se invade Afganistán. Se inventan las relaciones de Sadam Hussein con Bin Laden, que junto a las mentiras de las armas de destrucción masiva permiten invadir Iraq.
-Es significativo que no se tomó ninguna medida en Arabia Saudí ni en Pakistán, gobiernos aliados de EEUU y armados hasta los dientes por la industria armamentística norteamericana.
La rentabilidad de Bin Laden ha sido extraordinaria para la política exterior e interior de EEUU y de sus aliados. Han muerto millones de personas en el mundo. Se ha violado el derecho internacional. Se han recortado las libertades ciudadanas. La carrera de armamento ha dado un salto vertiginoso, hasta tal punto que si no hubiese existido Bin Laden, lo habrían inventado.
Con la muerte de Bin Laden se priva a las víctimas y a sus familias de conocer la verdad en un juicio. Nuestro Gobierno, Rodriguez Zapatero, tendría que pedir explicaciones a Obama por este desenlace en la ejecución de Bin Laden, que ha impedido la personación de España y de las Asociaciones de Víctimas del 11-M para saber la preparación y la implicación de Bin Laden con los atentados de Atocha.
Pero el imperio organiza pseudojuicios como el que se le hizo a Sadam Hussein o muertes para que no declaren como la de Bin Laden. También operaciones burdas como la de ésta madrugada, o aquella en la que se le escapa el Mulá Omar en una motocicleta vieja al ejército mejor preparado del mundo. Menos mal que como en Casablanca, siempre nos quedará Wikileaks.
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